domingo, 11 de julio de 2010

Había una vez

Había una vez una persona, que un día como cualquier otro decidió estudiar alemán. Esa persona era yo, hace muuuucho tiempo (ese tiempo que no se puede contar en años, porque uno se quedaría corto). En alguna de las clases conocí a Lau, que primero fue compañera de alemán, luego fue amiga de alemán; y un día, entre revuelos, tés de vainilla, apuntes y la lista de verbos Carlos Cortez, se convirtió en amiga de la vida y compañera de sueños aventureros.

De alma y espíritu libre, Lau me enseñó sin siquiera proponérselo, que si uno quiere algo (y lo quiere de verdad) puede conseguirlo. Un día me regaló un libro, de esos que te abren la cabeza. Era el libro de los Zapp (que muchos deben conocer). Ese libro me hizo reir, llorar, y sobre todo me hizo soñar y creer que se puede. Ahora lo único que puedo hacer es agradecerle, lo mucho que me dio, su amistad y sobre todo el haberme ayudado a creer y confiar en mi. Sin vos no hubiera podido ni pensar en hacer todo lo que estoy a punto de emprender. Me gustaría poder devolverte aunque sea la mitad de lo que hiciste por mi. Así que solo me queda decirte GRACIAS LAU!!

Te adoro con el corazón y te deseo todo lo mejor en la vida (te lo merecés)

Hasta la próxima!

Gabi