viernes, 26 de noviembre de 2010

Y de repente...


Después de estar casi un mes en Auckland medio perdida, sin saber exactamente que hacer y con un poco de miedo a moverme sola a cualquier lado, un martes (más precisamente el martes 23/11) conocí a Eduardo, un chileno amigo de facebook muy buena onda que tenía que ir a Auckland para hacer varias cosas. Ese mismo día conocí a Indira y a Carla, que trabajan con él en Hamilton en un packhouse de espárragos. Además conocí a muuuchos otros amigos de ellos y fuimos a tomar unas cervezas por Auckland.

Cada vez que decía que estaba en Auckland sin hacer nada todos me miraban raro y me decían que no tuviera miedo, que me moviera y que ese era casi la única forma de encontrar trabajo en el campo, estando en el lugar. Así fue que Indira me invitó a ir con ellos a Hamilton que seguro allí encontraría algo. Nadie tuvo problemas y al otro día emprendimos el viaje a Hamilton. Por alguna razón había ordenado todas mis cosas en el hostel, había guardado la ropa en la mochila esperando que algo así pasara.

El miércoles me desperté, avisé en la recepción que me iba y pagué la última noche que me había quedado. Ranz (City Traveller Auckland) me cobró $20 en lugar de $28 que sale normalmente la noche en el hostel. Empezaban a salir bien las cosas. Fuí a vender mis zapatos que tantas ampollas me habían dado (*) a un negocio donde venden ropa usada. Si nadie los compra los regalan. No me importa, igual no los iba a usar más. Prefiero que los tenga alguien que le sirva. Me despedí de Hanna y de James, que fueron los únicos de los que pude despedirme personalmente, me calcé la mochila y salí a encontrarme con los chicos. Después de caminar 6 cuadras, me dí cuenta que tengo que eliminar muuuuucha ropa, porque pesa demasiado esa mochila, y no la voy a poder usar.

Cuando llegué al encuentro conocí a Bambi (Bárbara) que recién llegaba a Nueva Zelanda y vendría a Hamilton. El viaje en auto duró casi 2 horas con muy buena música. Un poco dormí y otro tanto miré el paisaje. Es viajar por la región pampeana argentina pero con algunas elevaciones. Hay verde, cercos, vacas, verde... Lo único diferente es que viajábamos por autopista y no por ruta.






Llegamos a la casa (The gorilla Hut - prosimamente la descripción oficial y fotos) y nos instalamos en uno de los cuartos. La casa tiene un sector principal con la cocina, el comedor, el living y algunas habitaciones. Afuera hay un sector con una vaca y 2 terneritos y atrás hay otra casa con habitaciones, y varias casas rodantes que no ruedan, que también se alquilan. En total somos 19 personas contando al dueño Damon. También conocí a una pareja de chilenos (Renato y Lila) muy buena onda; Otra pareja Petra (Rep. Checa) y Sebastian (Francia); Vanessa (Bélgica) y varias malasianas (sé que una se llama Jenifer).

Algunos de los chicos trabajan en un campo de frutillas haciendo picking así es que el jueves me desperté a las 5:30 am para ir con ellos a preguntar si necesitan gente. Claro que de primera no sale nada, así que el jefe me dijo que no iba a necesitar a nadie, pero que tal vez el lunes iba a tener trabajo para mí. Me fuí a dormir a la van porque eran las 6:05 am para el momento en que me dijeron que no iba a tener trabajo. Dormí hasta las 11 aproximadamente y luego salí y estuve hablando con algunos de los chicos que también hacen packing que son de una isla cerca de Fiji. La pregunta del millón: Where are you from? Argentina. Ohhhh Soccer!! Do you know this guy? Y tenía a Messi en el wallpaper del celular...

Luego fuimos al centro de Hamilton a comprar algunas cosas y a recorrer. Hay una tienda de ropa indú hermosa! Y despues volvimos y cenamos y a dormir. Como decidimos hacer wooffing (dícese del arte de trabajar a cambio de alojamiento) con Bambi el viernes nos tocó poner unas papas en una alfombra para que se terminen de pudrir y las puedan plantar y hacer plantas de papas; y después transplantar tomates de unos tarritos a otros para que tuvieran más lugar. Voy a explicarlo de esta manera: Imagínense miles de ramitas chiquititas con raíces, había que ponerlas en vasitos individuales y regarlas cada 5 minutitos porque se secaban rápdio por el sol. Eso por 4 horas aproximadamente. Después de eso, una ducha de 30 minutos!

Ahí fué cuando llegaron los chicos con buenísimas noticias. Chachachachaaaaannnnn! Tenemos trabajo!! Haciendo packing de frutillas, es decir, poniendo frutillas en cajitas rápido en una línea de montaje. Le voy a hacer honores a Ford y a Tyler y voy a terminar como Chaplín en Tiempos Modernos! Empezamos el domingo con una capacitación y el lunes a trabajar.

Y bueno con todas esas buenas noticias nos fuimos al centro para que Bambi abra su cuenta de banco. A la noche cocinamos y eso fue todo.

Espero que les haya gustado lo que cuento. Ahora estoy rodeada de chilenos todos buenísima onda! (tengo gente para tomar mate!!) Y estoy feliz. Ojalá todos ustedes lectores estén felices también. Y si no, búsquen la manera. Vale la pena!! Gracias por leerme y les dejo las fotos que le saqué a la vaquita, a los terneritos y a las plantitas de tomate.












Hasta la próxima!!

Gabi.


jueves, 4 de noviembre de 2010

Wahieke baby!! Psicología inversa.



El plan para el sábado era el siguiente: Nos despertamos, desayunamos y vamos a Wahieke. Alquilamos unas bicicletas y recorremos la isla entera.
Las expectativas: Un día entero de sol y playa.

El resultado:

Me levanté, me bañé y desayuné. Me puse el vestido de colores con las zapatillas rojas (¿ridícula yo?) y nos encontramos con Lenka en la cocina. Me dijo que iba a llover y a hacer frío, no quise creerle. Nos fuimos al puerto a tomar el ferry. Llovía y hacía frío. En la terraza del ferry había muuuuucho viento así que fuimos adentro. Llegamos a Wahieke y llovía bastante fuerte. Puteamos a Murphy y a sus malditas leyes hasta que se nos ocurrió empezar a decir que adorábamos la lluvia y el mal tiempo. Dos horas más tarde salió el sol. Si creyera en Dios, podría decir que es un histérico!!!



Tomamos un bondi para ir a una playa porque hacía demasiado frío como para andar en bici, además estaba lloviendo bastante. Nos bajamos al final del recorrido en una playa que se llama Onetangi Bay. Estaba nublado y llovía intermitentemente. Caminamos hasta la playa y sacamos algunas fotos. En nuestras caras relucían sonrisas que no se modificaron por el clima. Les cuento de Lenka. Ella es de Rep. Checa y no habla perfecto inglés, pero había algo que hacía que nos entendiéramos todo el tiempo. Me alucinó como una persona nacida en un país con costumbres tan diferentes a las mías puede tener el mismo tipo de humor que yo y disfrutar de las mismas cosas. Hubo una conección entre nosotras. Nos la pasamos riendo todo el tiempo! Disfruté muchísimo de su companía!

Subimos otra vez a la avenida principal para decidir que hacer. Lenka encontró en el mapa una reserva natural de árboles y pájaros. Una buena experiencia para probar! Caminamos caminamos caminamos y llegamos a una estación de servicio. Un hombre amable nos indicó para donde ir y entramos al negocio de la estación de servicio a ver si había un baño. La empleada del negocio nos dejó usar el baño de empleados! Después emprendimos el camino hacia la reserva.

Entramos y caminamos algunos metros maravilladas por el paisaje y por la cantidad de árboles, plantas y flores de todos los colores! Salimos porque no teníamos señal en el celular y Lenka había arreglado con un amigo para que viniera con nosotras. No voy a hablar mucho sobre Martin (el amigo de Lenka) porque no se merece el espacio. Solo voy a decir que me pudre encontrar gente racista, sé que hay muchos, y que no puedo cambiar su parecer. Pero detesto cuando la gente es ignorante y odia a otros porque sí, sobre todo cuando es alguien que viajó por el mundo y debería haber aprendido algo de tanto viaje. Al menos pude expresar algo de lo que pienso y terminó por cerrar su boca. Entramos nuevamente en la reserva e hicimos una caminata de 1 hora aproximadamente. Simplemente hermoso! No hay muchas palabras para describirlo. La naturaleza me cautivó y me llenó de energía. Empiezo a pensar que tomé la decisión correcta al venir acá (en realidad estoy segura de eso, o al menos por el momento).




Salimos de la reserva y Martin quería probar vinos, porque hay viñedos en Wahieke. Caminamos y un señor nos vió medio perdidos. Nos dió un aventón y nos recomendó un restaurant re copante! Comimos con un paisaje super espectacular pero escuchando los comentarios de Martin sobre gente negra y mexicanos. Mi cerebro decidió ignorarlo en un punto y estuvo mucho mejor.

Después tomamos un bondi que nos llevó a Palm Beach. El sol brillaba y la energía era la indicada. El agua era verde, transparente, limpia, tranquila... La arena gris y cálida. El viento suave y el sonido de las olas era como un susurro.

Cuando empezó a hacer más frío fuimos a tomar el bondi de vuelta a la estación de ferry y volvimos a Auckland. A la noche tuvimos en el hostel una fiesta por Halloween y conocí mucha gente buena onda que está en el hostel pero nunca les había hablado.

En resumen: Un día hermoso!!



Hasta la próxima!! Los quiero!!



lunes, 1 de noviembre de 2010

En busca de la computadora perdida.

Entonces habíamos tenido un día de amabilidades varias y nos sentíamos con la suerte suficiente para encontrar una computadora para mi. Salimos de la oficina de correo y fuimos al shopping. Encontramos la misma computadora que habíamos visto a $549 kiwis y le preguntamos al vendedor cuál era el precio. Nos dijo $399 y mis ojos salieron de mi cara por un momento. El único pequeño problemita, no había stock. Don´t worry, nos dijo el vendedor. Pueden ir a Albany. Al ver nuestras caras de What are you talking about willis?? nos dijo, se toman este colectivo parado en la esquina, y le piden q los lleve al mismo negocio pero en Albany. Nos miramos y dijimos ¿Por qué no?

Y así fue como empezó la exhaustiva búsqueda. Nos subimos al colectivo y le dijimos al conductor que queríamos ir al mismo negocio pero en Albany, y él nos dijo que ese colectivo no nos dejaba, pero podíamos combinar con otro que sí. Compramos un boleto que por el módico precio de $5,70 nos permitía usar cualquier colectivo por 2 hs. El conductor nos dijo que nos avisaría dónde bajar, para tomar el otro colectivo. Y eso fue lo que sucedió. También le pidió al conductor del segundo colectivo dónde íbamos y que nos avise cuando bajar. (amabilidad nº4). El segundo conductor le dijo que sí, pero no entendió dónde queríamos ir.

Entonces nos bajamos y le preguntamos a una chica que había en la parada si conocía un negocio de computadoras y cosas electrónicas. No sabía, pero nos deseó buena suerte para encontrarlo (amabilidad nº5). Seguimos nuestro instinto y llegamos a un grupo de negocios donde había uno de ropa de bebés. Le preguntamos a la vendedora si conocía el negocio, nos dijo que seguramente era uno que estaba cruzando la avenida y nos escribió el nombre del negocio (amabilidad nº6). Cruzamos entonces la avenida y lo encontramos. Entramos, había stock, compramos. Pim Pam Pum.

Cuando salimos pasamos por el Burger King para comprarnos una fanta pero de frambuesa y frozzen. Como un helado de agua de frambuesa pero para tomar con popote (para vos Pequeño) Llegué al hostel y me puse a jugar, me conecté y estuve boludeando hasta altas horas de la noche. Le puse Kiwi, mi primer gran compra en Nueva Zelanda.

















Hasta la próxima!! Besos a todos! (pido disculpas por la escritura, me sale pensar en inglés y se nota!!)

Next on
Asomándome al mundo: Wahieke Island